
Rodillas al suelo, manos a la cara y dientes apretados para celebrar una quinta corona en Madrid muy luchada. Rafa Nadal ha festejado por todo lo alto su tercer título del año -30º Masters 1.000- que le consolida como número uno de la 'race' a Londres y le sitúa como principal aspirante a repetir, por décima vez, título en París. El mallorquín ha derrotado a Dominic Thiem por 7-6(8) y 6-4 en 2h17 de juego trepidante.
Con 23ºC y algunas nubes, el partido se presentaba ideal para desplegar un gran tenis. Rafa, al servicio, ha comenzado marcando el tempo del encuentro con un dominio portentoso del primer juego. Los dos tenistas han buscado golpeos de pelota ajustados a la línea de fondo y creando botes altos para incomodar al rival. Los primeros compases del duelo han sido algo bruscos con errores no forzados por ambos bandos. Estaba claro que nadie quería perder y los nervios han aflorado enseguida. Thiem estaba ante su primera final de Masters 1.000 y no tenía nada que perder. Nadal, por su parte, tenía ante si la oportunidad de conseguir su 30 corona en esta categoría y, sobre todo, consolidar la buena racha de este año.
Con el 1-1 en el marcador, el austríaco ha asestado el primer break del encuentro aprovechando el juego tenso del mallorquín. Lejos de arrugarse, y con un 1-3 en contra, el jugador del Real Club de Tenis Barcelona-1899 ha reaccionado moviendo a su rival de esquina a esquina de la pista para forzar sus golpeos y ponerle, por fin, en aprietos. ¡Premio! Punto al servicio, 2-3, y break a continuación para igualar 3-3 y poner en pie al público madrileño que llenaba hasta los topes la pista central Manolo Santana de la Caja Mágica. Nadal, que ha asumido muchos riesgos en su juego, ha logrado situarse 5-4 arriba y 0-40 con tres pelotas para quebrar el servicio de Thiem. El set parecía estar en el saco pero el joven austríaco de 23 años ha logrado salir airoso y ha terminado forzando un tie break agónico que podía ser para cualquiera. Después de mucha igualdad y cerca de 1h20 de juego, Nadal ha logrado a la quinta oportunidad de pelota de set llevarse la manga inicial por 7-6(8).
"Hemos jugado un poco nerviosos la primera parte del partido pero en el segundo hemos conseguido mejorar los dos" ha asegurado Rafa, después del encuentro, analizando lo que ha deparado el segundo set. El nivel ha subido y el público lo ha agradecido. Nadal, con un break, ha encarrilado una segunda manga mucho más divertida. A partir de aquí, los dos jugadores han defendido sus respectivos servicios y el balear ha terminado sentenciando la final, no si poner de los nervios a la gente tras necesitar cuatro pelotas de partido para sentenciarlo.
La temporada del balear está siendo para enmarcar, con tres títulos -Montecarlo, Barcelona y Madrid- y tres finales más -Australia, Acapulco y Miami-. En total, suma 34 partidos ganados y cinco derrotas -15-0 en tierra batida-, una estadísticas que, como aseguró el propio Novak Djokovic en rueda de prensa, sitúan a Nadal como el principal favorito para conquistar el próximo Roland Garros, su décimo título. Antes, tendrá que pasar por Roma para intentar ganar por octava vez este torneo. Su primer rival este miércoles en segunda ronda, a priori asequible, saldrá del vencedor del duelo entre Andreas Seppi y un jugador proveniente de la fase previa. Como en Madrid, el español tendrá enfrente a las mejores raquetas mundiales -exceptuando a Roger Federer- y el efecto de jugar en una ciudad a nivel de mar a su favor.