Fútbol amateur sobre la hierba natural de la Masia

Fútbol amateur sobre la hierba natural de la Masia
19/12/2009

El pasado sábado 12 de diciembre se disputó, un año más, el partido de fútbol de navidad entre socios del RCTB. La gran novedad en esta ocasión fue el propio campo, que gracias a nuestro querido consocio Josep Maria Fusté, fue ni más ni menos que el de hierba natural de la Masía del FC Barcelona. El mismo terreno donde hasta hace poco más de un año entrenaba el Barça, por lo que la excitación generalizada entre los presentes estaba a flor de piel. Estábamos dentro del recinto del Camp Nou, el mismo día en que horas después el Barça se desquitaría del Espanyol con un penalti visto por cada

Por todo ello queremos ante todo, en nombre de todos los que participamos y disfrutamos del partido, agradecer a Josep Maria Fusté sus gestiones para permitirnos jugar en un campo con tanta historia y significado sentimental. Al igual que queremos rendir homenaje a Salvador Vidal, que asistió al partido en directo en una muestra más de su complicidad hacia el espíritu deportivo de los jóvenes del club. Complicidad que se arrastra décadas y décadas atrás, cuando aún nos mostraba sus habilidades como portero. Muchas gracias, Josep Maria y Salvador, por acompañarnos y apoyarnos.

 

Como siempre, los equipos quedaron definidos entre los nacidos antes y después de 1970. De salida fueron los veteranos los que se adelantaron con un contragolpe fulgurante definido de forma sencilla por Paulino, tras un habilidoso pase de la muerte de Frans. Pero mediada la primera parte, una contra bien trenzada de los jóvenes concluyó con un potente chut desde fuera del área de Monjo, que estableció el empate que campeó en el marcador hasta bien entrada la segunda parte. Durante muchos minutos, la igualdad y la emoción del resultado fueron lo mejor del partido. Los aciertos en la circulación de la pelota eran escasos, y abundaban las imprecisiones derivadas de jugar en campo grande y césped natural, donde el balón corre a una velocidad endiablada.

 

Hacia el minuto 20 de la segunda parte Christian, que hasta el momento estaba recordando por momentos a “Piquenbauer” por su sobriedad y eficacia en el eje de la defensa, interceptó un balón con la mano por pura inocencia. El penalti lo lanzó Alex con potencia y colocación, pero una buena intervención de Félix a mano cambiada mantuvo el empate. Pocos minutos después volvió a ser Monjo el que definió el partido a favor de los jóvenes. Con su habitual poderío físico arrancó desde la medular y sorteó a cuantos le salieron al paso hasta entregar el gol en bandeja a Sergi. El golpe moral derivado de la concatenación de esas dos acciones fue letal. A partir de entonces, los veteranos fueron perdiendo fuelle físico. Y, salvo un espectacular gol en vaselina de Monti, poco más hubo que reseñar pese al rosario de goles que cayeron hasta el definitivo 6 a 2 favorable a los jóvenes.