Llagostera gana el Masters femenino de dobles

12/11/2009

Haciendo pareja con su amiga María José Martínez, las españoles ganaron a la mejor pareja del mundo en la final y a las hermanas Williams en la semifinal, ambas victorias en el desempate del tercer set

Nuria Llagostera se proclamó campeona de la prueba de dobles del Masters Femenino, en Doha (Qatar), junto a María José Martínez. El pasado uno de noviembre se impusieron en la final a la pareja número uno del mundo, la zimbabuense Cara Black y la estadounidense Liezel Huber, tras un partido de infarto que se resolvió en el desempate del tercer set. El resultado, 7-6 (0), 5-7 y 10 a 7, habla de la enorme tensión que se vivió en la pista durante las más de dos horas de enfrentamiento. 

 

Llagostera y Martínez han sido sin duda la pareja revelación de la temporada. Empezaron a jugar asiduamente a principios de año y, con este, ya son nada menos que siete los títulos que han logrado, tras los firmados en Bogotá, Acapulco (México), Barcelona, Palermo (Italia), Toronto (Canadá) y New Haven (Estados Unidos). Además, son la primera pareja íntegramente española que alcanza el torneo de “Maestras”, lo que da una idea del enorme mérito de su victoria. Previamente, lograron el título Virginia Ruano (junto a la argentina Paola Suárez en 2003) y Arancha Sánchez Vicario (junto a las checas Helena Sukova, 1992, y Jana Novotna, 1995).

Pero además, el éxito en Doha llega subrayado por una circunstancia que para las jugadoras españolas fue determinante desde el punto de vista anímico. Pese a haber contado con más de una ocasión favorable, jamás habían derrotado a las hermanas Venus y Serena Williams. Y por fin lo lograron en las semifinales en otro partido a cara de perro que se decantó a su favor tras más de hora y media de juego por un ajustado 2-6, 6-4 y 10 a 8.

 

El espaldarazo moral que obtuvieron al imponerse a las hermanas Williams, rivales siempre molestas por su agresividad y enorme competitividad, fue clave en el inicio de la final. Llagostera y Martínez entraron en el partido con determinación y, pese a desperdiciar su servicio para cerrar el primer set, resolvieron en el tie-break con un contundente 7 a 0. Y en el desempate final, tal y como hicieron ante las estadounidenses en semifinales, supieron manejar la presión para hacerse con una victoria que las afianza por derecho propio en el grupo de las mejores parejas del mundo.