El segundo round del combate que sostiene Rafa Nadal por la conquista de su décima corona en el Barcelona Open Banc Sabadell no ha sido un paseo. Todos sabían de la fuerza del sudafricano Kevin Anderson y el mismo tenista español había advertido de ello. Y para colmo, las pistas en las mismas condiciones que ayer, nada ideales para el juego del defensor del título. Aún así, victoria de Nadal en los octavos, con un marcador de 6-3, 6-4, y acceso directo a los cuartos de final, donde se encontrará con el vencedor del partido que van a disputar el alemán Alexander Zverev y el coreano Hyeon Chung
Es la décima vez que Nadal se clasifica para los cuartos de final del torneo. Falló en su estreno en 2003 y en las ediciones de 2014 y 2015, los años de sus únicas tres derrotas en el torneo a cargo, respectivamente, de Alex Corretja, Nico Almagro y Fabio Fognini.
Un break en el segundo juego del primer set y otro en el tercero del segundo le han bastado al mallorquín para acceder a la ronda de los ocho últimos. El número 5 del mundo, que ya suma 51 triunfos en sus 13 participaciones en el torneo, ha demostrado un tenis muy sólido, con un servicio muy bien afinado, y ha gastado las energías suficientes para seguir en el torneo sin perder la cabeza. Económico e inteligente.
”No ha sido fácil –ha manifestado Nadal-, ya que Kevin es un jugador muy alto y que en posiciones cómodas golpea muy bien a la bola. He tratado de hacerle golpear en movimiento y que no estuviera cómodo jugando en dos o tres bolas. No eran las mejores condiciones para mí ya que me conviene que la pelota esté más viva”.
