
Rafa Nadal volvió a la senda de la victoria al imponerse a su compañero del RCTB-1899 Fabio Fognini en la final del ATP 500 de Hamburgo. El mallorquín se impuso por un doble 7-5, un resultado meritorio teniendo en cuenta que Fognini le había batido en las dos únicas ocasiones que se habían enfrentado este año: en la semifinal del ATP 500 de Río de Janeiro y en los octavos de final del Barcelona Open Banc Sabadell-Trofeo Conde de Godó.
Así, la victoria en Hamburgo no sólo le permite subir al noveno puesto del ranking ATP y aspirar a entrar en el Masters de Londres que disputan las ocho mejores raquetas en noviembre. Más allá de ese lógico objetivo, que por otra parte no se le ha escapado desde 2005, esta victoria supone un valiosísimo balón de oxígeno para su maltrecha autoconfianza. Necesita volver a sentirse dominador, poderoso, ganador. Y recuperar las sensaciones del jugador que fue, durante tantas gestas memorables, a lo largo de la última década.
Por delante aparece la gira norteamericana sobre pista rápida, con los Masters 1000 de Montreal, Cincinnati e, inmediatamente, el Open USA, la última oportunidad que ofrece el calendario 2015 de hacer algo grande. Y Rafa sigue progresando en su laboriosa búsqueda de su mejor versión tenística.
¡Felicidades Rafa!