Nadal recupera su mejor versión en Indian Wells

Nadal recupera su mejor versión en Indian Wells
18/03/2013

Rafa Nadal se adjudicó el domingo 17 de marzo el Master 1000 de Indian Wells al batir al argentino Juan Martín Del Potro por 4-6 6-3 6-4 en una nueva exhibición de fortaleza mental. Un cúmulo de circunstancias hizo que, como indicó el propio Rafa al concluir el partido, esta fuera ´una de las victorias más emocionantes de mi carrera´. Las estadísticas se confabularon en un solo partido para contribuir a la cuadratura del círculo: fue su 22º título en un Masters 1000, deshaciendo el empate a 21 que mantenía en lo alto con Federer, su victoria número 600 en el circuito, la primera obtenida en

Pero, más allá de la frialdad de unos registros sin duda estratosféricos, la victoria en Indian Wells fue cálida y especial porque de nuevo reconocimos al Nadal que todos, empezando por él mismo, echábamos de menos tras tantos meses de ausencia. El manacorí empezó como un tiro y dispuso de un 15-40 para adelantarse 4-0 y saque. El argentino reaccionó entonces agarrado a la contundencia de sus demoledoras derechas y llegó a situarse un set y 3 a 1 arriba en el segundo.

Y ahí fue cuando apareció el que es probablemente uno de los mejores deportistas de la historia. Visiblemente dolorido (cojeaba entre punto y punto) por el desgaste que la pista dura produjo en su rodilla izquierda y sometido a los tremendos palos de un gigantón inspirado y en racha tras batir a Murray y Djokovic, Rafa resucitó en el momento más delicado, cuando todos empezábamos a conjeturar con los motivos de esa inminente e incontestable derrota.

Entonces salió a la luz el sello distintivo de Rafa, ese que mantiene siempre la fe y que jamás se resigna por dura que sea la paliza que provenga del otro lado de la red. Una nueva muestra de entereza mental, de humildad ante la adversidad y de resignación bien entendida para, en lugar de claudicar, buscar en la oscuridad un atisbo de luz para renacer. Cinco juegos seguidos, logrados a partir del dominio de su derecha y de una actitud mental de auténtico fuera de serie, le dieron el segundo parcial. Y aunque el argentino volvió a asombrar con algunas derechas vertiginosas, cuando Rafa obtuvo el break de ventaja en el set definitivo demostró una vez más que es un maestro en administrar ventajas, en mantener la cabeza fría para no soltar el cuello de la víctima hasta el final.

Frente a las dudas que inevitablemente genera una convalecencia por lesión tan larga, y frente a las teorías pesimistas que de nuevo afloraron para augurar el principio del fin para uno de los grandes del tenis, Nadal ha vuelto a responder con hechos irrefutables: cuatro torneos desde su regreso, cuatro finales y una sola derrota por tres victorias, incluida la de ayer en pista rápida y ante los mejores del circuito. Y si antes de su regreso en Chile tenía razonables dudas de poder disputar la gran cita de Indian Wells, ayer se sorprendió a sí mismo feliz, emocionado y superado por los acontecimientos, mientras levantaba el trofeo ante la agradecida ovación de miles de aficionados. ¡Qué bueno poder volver a disfrutar mientras recordamos, una vez más, lo grande que es Rafa!

¡Felicidades campeón!