Nicolás Almagro completó el pasado domingo un sensacional mes de febrero al alcanzar la final del torneo de Acapulco. Sensacional sí, aunque hubiera llegado a ser histórico de no ser por David Ferrer, que evitó que Nico lograra el que hubiera sido su tercer título en tres semanas. Así, el alicantino reeditó el triunfo logrado hace un año en Acapulco imponiéndose por 7-6(4), 6-7(2) y 6-2 y logrando el que es su 11º título ATP en un total de 21 finales disputadas. Se trata del 2º título de 2011 para Ferrer, tras el logrado en Auckland una semana antes de alcanzar las semifinales del Open de
Si en las recientes finales de Viña del Mar y Buenos Aires, Almagro hizo prevalecer su mayor oficio y poderío físico en tierra batida ante Dolgopolov y Chela respectivamente, esta vez tuvo que inclinarse ante la consistencia de un bregador incansable como Ferrer. Nico asciende de este modo al 12º puesto ATP y Ferrer al 6º, lo que incide en el excelente momento del tenis español, que se completa con el reinado de Nadal al frente del ranking y con el 9º puesto de Verdasco. A partir de este viernes, los aficionados podrán disfrutar de Nadal, Ferrer, Verdasco y Feliciano López en la primera ronda de Copa Davis que España afronta como visitante en Bélgica.
Almagro asumió la derrota con deportividad, sin olvidar que este ha sido el mejor mes de toda su carrera profesional. “Estoy decepcionado porque no pude aprovechar la ventaja que tenía en el primer set. Las cosas quizás hubieran sido diferentes de hacerlo. He jugado sin parar durante tres semanas a un nivel muy alto, y sé que debo sentirme orgulloso por ello. Ahora lo que necesito es descansar unos días”, reconocía el murciano, campeón de este mismo torneo en 2008 y 2009.
