El tenista mallorquín estuvo presente en el RCTB para recibir el acto de homenage y aprovechó para pelotear con los niños de la escuela y para hablar de la próxima final de Copa Davis contra Chequia en el Palau Sant Jord
Nadie en la historia del Trofeo Godó había levantado en cinco ocasiones consecutivas la enorme copa del torneo barcelonés. Hasta que llegó Rafa Nadal. El pasado 22 de octubre el RCTB-1899 homenajeó por ello a su socio más universal con una réplica en tamaño real del Trofeo Conde de Godó. La lluvia impidió que el manacorí se sumara a los entrenos de la escuela en nuestras pistas, tal como estaba previsto. Pero los chicos, que desde semanas atrás esperaban ilusionados esa tarde, tampoco se fueron de vacío. Pudieron cumplir su sueño de pelotear con Nadal, aunque tuviera que ser en un pabellón cubierto del Liceo Francés.
El segundo jugador del ranking ATP atendió a los medios y, como no podía ser de otro modo, tuvo palabras amables para esta ciudad: “Barcelona se me da muy bien”. Quizá fueran también palabras agoreras, a la espera de que la ciudad se le siga dando tan bien durante la final de la Copa Davis que enfrentará a España y la República Checa del 4 al 6 de diciembre próximos en el Palau Sant Jordi. Una inoportuna lesión le apartó el año pasado del que hubiera sido su segundo triunfo en la Copa Davis. Así que llega más que motivado a la cita: "Es el objetivo principal de este fin de temporada. Sería un premio a un año muy bueno pero a la vez muy complicado. Haré todo lo posible para llegar bien preparado".
La ilusión de Nadal está en reproducir las sensaciones que vivió en 2004 en el estadio de La Cartuja de Sevilla. Con sólo 18 años, un título ATP y en el puesto 51 del mundo, batió al número 1 estadounidense, Andy Roddick, para anotarse el segundo punto de la eliminatoria. Entonces gestó, ante 15.000 aficionados enfervorecidos, el perfil ganador que, cinco años más tarde, le ha reportado 36 títulos ATP, entre ellos seis Grand Slam, cuatro Roland Garros, un Wimbledon y un Open de Australia, amén de una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín.
Durante la cena institucional que se sirvió en el RTCB-1899, Nadal recibió la réplica del Trofeo Conde de Godó y se mostró cauto ante la final de