El destino ha querido que en el plazo de un mes Tommy Robredo perdiera dos finales contra el escocés Andy Murray. La primera en Shenzen, China, y la segunda en Valencia. Pero lo realmente extraordinario es el modo en que las ha perdido, desperdiciando nada menos que cinco match-balls en cada una de ellas. La imagen de ambos jugadores, abrazándose descompuestos sobre la red al concluir la final del Valencia Open 500, resume el dramatismo de la situación que han compartido: uno en el papel de ganador alucinado y otro en el de resignado pero cómplice perdedor.
Hace un mes, en el ATP 250 de Shenzen, en China, Robredo se vio 7-5 y 6-2 arriba en el tie-break del segundo set. Perdió esas cuatro bolas de partido consecutivas y una quinta instantes después, antes de ceder ese desempate y descomponerse físicamente en el tercero para caer 7-5 6-7(9) 1-6. Este domingo 26 de octubre, la tragedia fue aún mayor en la final del Valencia Open 500. Porque el drama se extendió hasta el desempate del tercer set, con los dos jugadores exhaustos tras un partido a muerte que se extendió hasta las tres horas y 20 minutos.
Con el precedente muy presente de lo sucedido en China, Tommy se vio en una situación muy similar, con un set arriba y dos primeras bolas de partido en el desempate del segundo set. Pese a contar esta vez con el apoyo enfervorecido del público español, no pudo convertirlas y el desempate cayó del lado del británico por 9-7. El siguiente en acariciar la victoria fue Murray, que en el tercer y definitivo set tuvo bola de partido con 5 a 4 a favor y saque de Tommy, que lo resolvió con una gran derecha.
La épica continuó en el tie-break definitivo, cuando el jugador de Hostalric llegó a disponer de otros tres match balls con 6-5, 7-6 y 8-7, antes de caer por 8 a 10. El resultado final, 3-6 7-6(7) 7-6(8), reflejó el dramatismo de un partido que de por sí ya fue alucinante. Pero que lo fue aún más por su condición de segunda entrega, o de óptima continuación al estilo del Padrino II, de cuanto sucedió un mes antes entre ambos en China. Habrá que estar atentos a eventuales próximos enfrentamientos entre Robredo y Murray. Especialmente si el destino vuelve a cruzarlos en otra lucha por un título.
En su camino hacia la final, Robredo arrancó con un meritorio 7-6(3) 6-3 ante el quinto favorito del cuadro, el norteamericano John Isner. Prosiguió derrotando por un claro 6-2 6-4 al jugador asiático de Taipei Yen-Hsun Lu. Su siguiente victoria fue sobre Pablo Andújar, que había eliminado en primera ronda al segundo favorito Tomas Berdych por un claro 6-3 6-2. El duelo de españoles se saldó con un apretado 7-6(4) 6-4. Y una vez en semifinales Tommy dio cuenta del francés Jeremy Chardy por un intenso 7-6(7) 7-6(2), sobreponiéndose a tres pelotas de set en el primer parcial.
