
El jueves 9 de julio, en una tarde noche bendecida por una temperatura fresca muy agradable, tuvo lugar la quinta edición de la Fiesta Sevillana. Una vez más, la ubicación al aire libre a la sombra de los pinos, tal como reza la célebre sevillana, fue uno de los atractivos de esta segunda cita de las Veladas Musicales de julio. Y el resultado fue que alrededor de 170 personas, entre socios e invitados, se sintieron durante unas horas completamente integradas en el ambiente de las clásicas paradas del Rocío conocidas como ‘Rengues’.
Una vez más, el colorido con predominio verde y rojo que formaron las mesas, las sillas y los farolillos colgantes fue determinante para que la fiesta derrochara espíritu flamenco. Conforme fueron llegando, un camarero obsequió a los asistentes con una copita de manzanilla y dos jovencitas ataviadas al más puro estilo flamenco regalaron a las mujeres flores para decorar el pelo. Otro elemento propio de las clásicas fiestas rocieras fue el carro andaluz que decoraba la entrada, con sus distinguidas cestas de paja que contenían las cubiteras para enfriar las botellas de manzanilla.
Desde poco después de las 20.30h, se sirvió una cena ligera a base de especialidades típicas andaluzas acompañada, como ya es habitual, por la imprescindible jarra de rebujito. Al caer la noche arrancó la actuación en directo del grupo ‘Sabor Andaluz’, el mismo que tuvo el honor de estrenar esta Fiesta Sevillana en 2011.
Al igual que entonces, el quinteto procedente de Jerez conectó desde el primer acorde con los asistentes y logró que el tablao flamenco se mantuviera toda la noche lleno de ‘bailaores’ entusiastas. Con una puesta en escena a base de maracas, pandereta, guitarra española, órgano y sobre todo mucho arte en el cante, el grupo deleitó con un amplio repertorio de sevillanas y rumbas.
Y como no podía ser de otra forma, las auténticas protagonistas de la noche fueron las mujeres, que no cesaron de bailar, siempre esbeltas y encantadoras, con sus vestidos de faralaes y sus rosas en el pelo. Eso sí, merece una mención especial el derroche de gracia y salero que durante toda la noche realizó en el tablao Pepa Cancela, la profesora de sevillanas del Sports Center.