Uno de los momentos más entrañables de esta 58ª edición del Trofeo Conde de Godó llegó el viernes, cuando la pista central del RCTB se puso en pie para homenajear a Toni Corominas, que nos dejó el pasado mes de marzo. Toni había trabajado en todas y cada una de las 57 ediciones previas. Ahora, el que toma su relevo como trabajador más longevo del torneo es otra figura íntimamente ligada al RCTB, el fotógrafo Francisco Bedmar.
El origen de esta noticia es que Berta Hausmann, su compañera fotógrafa del Club, de alguna manera la que por ley de vida le sustituirá cuando se retire, me sugirió hacer este homenaje paralelo a Francisco Bedmar. Bravo por Berta y bravo, por supuesto, por Francisco, que desde 1971, cuando Manuel Orantes se impuso al norteamericano Bob Lutz, ha inmortalizado el torneo. Lleva 39 ediciones detrás de la cámara y ahora, como me comentó él mismo jocoso el otro día, su especialidad es recuperar fotos antiguas para la causa. Que sigas muchos años más ahí, Francisco. Te apreciamos.
