Verdasco gana el Trofeo Conde de Godó 2010

Verdasco gana el Trofeo Conde de Godó 2010
26/04/2010

Fernando Verdasco se ha adjudicado el Barcelona Open BancSabadell 58 Trofeo Conde de Godó jugando a lo grande. Era la mejor final posible al principio de la semana y el madrileño la ha ganado desplegando un tenis de primerísimo nivel para imponerse al sueco Robin Soderling por 6-3, 4-6 y 6-3. Los 8.500 espectadores que han llenado la pista central del RCTB han disfrutado con la exhibición de talento que han deparado dos de los pegadores más temidos del circuito y al final, para dicha de todos, el título se ha quedado en casa.

Es el primer Godó de Verdasco, que se ha repuesto con hechura del varapalo que recibió a manos de Nadal en la final de Montecarlo siete días atrás. “A ver si el año que viene tampoco viene Nadal y puedo volver a ganar”, ha dicho entre risas para despedir micro en mano al público en la misma pista central. Sólo era una broma, pero tenía su sentido: Nadal había arrollado en los últimos cinco años del torneo y también Nadal le había sacado de la pista una semana antes. El caso, con todo, es que se anota su quinto torneo y, tras alcanzar las dos primeras finales de la temporada europea de tierra, se confirma como serio aspirante a Roland Garros.


“No tengo palabras, estoy muy emocionado y feliz de ganar este torneo. Llevo desde los 15 años viniendo a Barcelona y viendo el Godó, y además he sido jugador del club, así que siempre ha sido un torneo muy especial para mí. Ganar aquí es algo increíble”. Con estas palabras valoraba el campeón una semana en la que llegó como invitado de última hora y, pese a lo sufrido ante Melzer o Ferrer, se ha acabado llevando a la más guapa con todo merecimiento.


La final medía al nº 8, Soderling, con el 9. El cartel era inmejorable, cosa que se agradecía tras la decepción que para el torneo habían supuesto las bajas de última hora de Nadal, Del Potro y Davydenko. Y el partido ha estado mucho más que a la altura. Los intercambios desde el fondo de pista han sido frenéticos, con tiros inverosímiles tanto de derecha como de revés, y con un juego psicológico de fondo digno de ajedrecistas avezados: ambos trataban de huir de la derecha del rival imponiendo  la propia. El mérito de Verdasco ha sido saber cambiar las velocidades, una fuerte y otra liftada y profunda, para evitar el intercambio de palos que favorecía al sueco.