Recordando a Toni Corominas

20/03/2010

Desde que el pasado uno de marzo Toni Corominas se despidió sin previo aviso, su huella humana no ha dejado de expandirse. Como si quisiera quedarse un rato más con tantos y tantos amigos que deja a este lado. Aquí recogemos algunos testimonios de lo grande que fue, en vida, este hombre pequeño, sensible y risueño. Salvador Vidal, Juan María Tintoré, Agustín Pujol, Marta Labayen, Bonaventura Durall, Jorge de Amilibia y Pedro Hernández escriben a continuación sobre sus experiencias vitales junto a Toni. Vale la pena recordarle.

-El hombre de la sonrisa y la afabilidad. Un gran amigo que se ha ido

 

Siempre conservaré un recuerdo maravilloso de Toni. Tantos años de íntimo contacto en los Torneos Conde de Godó, en torneos  femeninos y en la continua vida deportiva del Club, hicieron que Toni fuera para mí  un miembro insustituible en esta gran familia que es nuestro Club.

Su popularidad entre los jugadores que han venido al Club a jugar era extraordinaria: muchas veces, cuando hablaba con ellos en torneos a los que acudía, me preguntaban por Toni como un amigo querido al que recordaban como una parte insustituible del Club; y esto desde los jugadores más veteranos hasta los más modernos.

Conocía lo que cada jugador deseaba en la pista: número de toallas, alimentos que deseaban en pista… Incluso sabía las  pelotas que deseaban para los entrenamientos y los horarios en que querían practicar, y esto ellos se lo agradecían al máximo. Conocía sus "manías" al detalle, era algo increíble.

Será muy difícil sustituirle en la vida del Club y el Torneo Conde de Godó queda triste y con una ausencia que todos vamos a echar de menos.

Adiós querido amigo, gracias por tu amistad y entrega, y gracias por todo lo que hiciste por el Club.

Salvador Vidal

 

 

-Toni Corominas

 

Nos ha dejado una persona extraordinaria, de conducta ejemplar, amigo de todos y de espontanea sinceridad. Su mundo fue el tenis y concretamente el RCTB-1899, que amaba por encima de todo. Comenzó a trabajar en el RCTB-1899 al final de los 40, cuando tenía 16 años. Su experiencia anterior fue como monaguillo de Montserrat.

Toni se cultivó y también aprendió inglés. Aprendió a jugar al tenis con socios del Club que todavía lo recuerdan. Posteriormente, ya en Pedralbes, colaboró en la Escuela de Tenis y en todas las competiciones del Club, especialmente en la Copa Davis y en el Trofeo Conde de Godó. Su simpatía y su buena disposición a ayudar y colaborar con todo lo que fuera necesario fue una característica de su actitud que distinguió su persona, popularmente querida, especialmente por los grandes jugadores.

En 1959 vino al Godó Roy Emerson. Para entrenarse hacía "footing" por la calle, en pantalones cortos. La policía lo detuvo y el amigo Toni lo socorrió gracias a su amistad con el jefe de policía que jugaba con él al tenis.

Recuerdo que el año 1997 en El Cairo en una comida de la ITF estaba en la mesa con el gran Illie Nastase, y lo primero que me preguntó fue por el gran Toni, y le dedicó y firmó un menú ...

También recuerdo que en julio del año 1965, con motivo de la Copa Davis en África del Sur, los jugadores del equipo de España, especialmente Manolo Santana, pidieron que Toni les acompañara en el viaje. La imagen de Toni se fue agrandando especialmente en sus geniales y acertadas colaboraciones en el Trofeo Conde de Godó, asistiendo a las 57 ediciones del Trofeo desde 1953 al 2009.

Tenía una verdadera pasión por hacer las cosas bien hechas y siempre se tenía la certeza de que los jugadores, bajo su responsabilidad, estarían bien atendidos.

Las anécdotas vividas por Toni son muchísimas. Su imagen y su persona, querida por todo el mundo del tenis, queda como punto de referencia en el tenis, en el Club y en los socios, a un nivel difícil de alcanzar.

Todos te queremos y recordamos, Toni!

Juan Ma. Tintoré Turull

 

 

-En recuerdo a Toni Corominas

 

Para los que, como yo, acudíamos ocasionalmente al Real Club Tenis Barcelona era inevitable saludar a nuestro recordado Toni Corominas y charlar un rato con él, no sólo de tenis, también de sus clases particulares, su estilo de vida y, principalmente, de sus pautas para llevar una vida equilibrada de la que estaba muy orgulloso.

Siempre recordaré la imagen de Toni vinculada al club por el que entregó toda su vida profesional. Para él sus dos pasiones eran el RCTB y el Godó, del que consiguió ser el colaborador más veterano hasta el pasado año, llamando a los jugadores a pista con su habitual voz y bilingüe estilo.

Pero Toni también se entregó con pasión y fidelidad a la Copa Davis, cuando se le requería desde la Real Federación Española de Tenis. El tenis español siempre le agradecerá sus servicios y yo, personalmente, su amistad y disposición.

Agustin Pujol Niubó

Ex presidente de la RFET

 

 

-Que siga disfrutando

 

Desde la distancia quiero unirme a los cientos de personas que hemos conocido a TONI  y que le queríamos.  Para mi fue no sólo mi coach, también fue amigo y consejero y me introdujo la afición al tenis que tantas puertas me ha abierto en muchos lugares. Sus crónicas narradas con tanto detalle y gracia eran una delicia, y aunque dejamos de vernos paulatinamente por  su retirada y mi marcha, nunca dejé de recordarle.  Que desde el otro mundo disfrute de los próximos Godós, Copa Davies, etc…

Un saludo cariñoso para la gran familia del Real Club de Tenis Barcelona

Marta Labayen

 

 

-Toni, el amigo

De repente Toni nos ha dejado. Tan de repente, sin embargo, que siempre tendremos muy viva su imagen alegre, cordial y serena.

Toni era servicial y discreto, agradecido y noble, atento y respetuoso. Un hombre sencillo. Un amigo. Un amigo de todos. De sus clientes de la pista 12. De sus compañeros de profesión y todo el personal del Club. De muchos niños que pasaron por sus manos en la Escuela. De tantos directivos que confiaron en él. De todos aquellos que lo sufrieron como capitán en los equipos del Club. De tantos socios que entablaron, inevitablemente, amistad. De infinidad de jugadores que recibieron sus favores. En definitiva, de muchísimas personas que tuvimos la suerte de tratarlo.

Cabe decir, sin embargo, que de todas sus facetas dentro de nuestro Club, tal vez por la que será más recordado, ya sea por el efecto mediático o porque realmente Toni era un polo de atracción sin el cual parece que el Torneo no se podría describir, es por su colaboración con el Godó. Posiblemente esta faceta no era la más importante, pero sin duda es imprescindible para describir y recordar a Toni, que, como todos saben, es la única persona que ha estado trabajando para el Torneo en todas y cada una de las 57 ediciones disputadas hasta hoy.

No es casualidad que muchos grandes tenistas, cuando venían a Barcelona por el Godó, lo primero que preguntaran al llegar era "where is Toni?". Fraser, Nastasse, Vilas, McEnroe, Lendl, Wilander y tantos otros fueron siempre sus grandes invitados. Todos. También, y aún más, los grandes jugadores nacionales. Y no digamos los grandes de nuestro Club (que ha dado muchos campeones en los últimos años) para los que Toni siempre tenía una mano extendida y una palabra amable.

Toni, como responsable de la relación de la Organización y el Club con los grandes jugadores, los trató a todos. Y lo hizo siempre con gran sensibilidad, criterio y dedicación. Muchas horas al servicio de las grandes "stars" de nuestro firmamento tenístico, hicieron pues, que Toni fuera un anecdotario en estado puro, aunque siempre tímido, no fuera que hiriera alguna sensibilidad o desvelara algun intimidad del propio protagonista. Anécdotas inconfesables e inconfesadas algunas, suponemos, pero otras muy divertidas, como aquella de Roy Emerson haciendo jogging por las calles de Barcelona en calzón corto, un auténtico atrevimiento en la España de aquel tiempo y que causó un gran revuelo en la prensa. O aquella otra de André Agassi, que parece que se hizo llevar, por Toni, claro, un Big Mac al Botafumeiro. Mientras escribo estas líneas se acerca una nueva edición del Torneo, la 58 ª, en la que, a buen seguro, a todos se nos hará muy raro no encontrarnos a Toni en su "barraca". Aquella "barraca" desde donde pronunciaba, con su inconfundible sello, aquellos "stadium" o "versus" al anunciar los partidos por megafonía, o "buen día, pastores de Pedralbes" a primera hora de la mañana para celebrar el inicio de cada nueva jornada en el Torneo. Realmente irrepetible.

Su silla y su blazer azul marino sobre la blanca ropa del cocodrilo, totalmente nueva (él siempre estrenaba para la final!), se echarán de menos ( "misery and poverty!", que diría él) en las grandes finales de nuestra pista Talismán. La de Toni. Nuestro Toni. Un amigo. El amigo de todos. Gracias Toni y hasta siempre!

Bonaventura Durall Aulet

 

 

-En recuerdo de Toni Corominas

 

Toni ha sido una persona excepcional en muchos sentidos. Su calidad humana, la pasión por su trabajo, el amor por su familia y la fidelidad a sus “colores”  fueron sólo algunas de sus virtudes.

Toni fue un hombre entrañable, cordial y simpático que transmitió ilusión y optimismo en todas sus acciones. Tuve la fortuna de compartir con él algunas, que ahora destacaré.

En la Escuela de Tenis del RCTB formó parte de un equipo mítico de profesores. Junto a J. Ventura, P. Muñoz y E. Gimeno, marcaron una época académica de referencia en la cual Toni, con acierto, supo especializarse en las féminas.

En el tenis de competición consiguió vincular su nombre al Trofeo Conde de Godó y a la Copa Davis, creando vínculos de admiración mutua con las principales leyendas de nuestro deporte. M. Santana, B. Borg, R. Nadal  y muchos otros pueden ratificarlo.

Su intuición natural y don de gentes le permitieron compartir experiencias con personajes destacados de su tiempo a los que recordaba con frecuencia. Toni sabía “estar” en todos los ambientes y disfrutaba tanto de una parrillada con sus amigos “pastores” como de una cena privada en la residencia de su admirada familia Godó.

Vivió con constante ilusión sus dos grandes pasiones: el Tenis y el Barça. Su capacidad de observación le permitió captar expresiones simpáticas que utilizaba con gracia: “Ara va bé!…que no falti de res!…First class or stay home!”, o su consejo vital que recordaré con mas cariño: “Mira noi, a la vida el que has de fer és… trempar i riure!

Descanse en paz el buen amigo.

Jorge de Amilibia

Ex Director Copa Davis

 

 

-Que No Falte de Nada

 

Las asas del Trofeo Conde de Godó echarán en falta la sensación de unas manos generosas. La tierra batida de la pista central del RCT Barcelona tendrá nostalgia por haber perdido la levedad de unos pasos. Los altavoces de la entidad decana del tenis español añorarán una voz vibrante. El tenis, y muy especialmente el Real Club de Tenis Barcelona-1899, se ha quedado sin las manos, los pasos y la voz de Antonio Corominas, el Toni, un joven que llegó a la entidad al comienzo de los años 50 buscando un futuro para su familia. Un joven que unió a esas manos, a esos pasos y a esa voz una vocación de servicio y una simpatía tan amplia como su sonrisa.

Desde el chalet de la calle Ganduxer a la actual Masía de Can Canet sede del club de su vida, Toni fue fiel a su lema ‘Que No Falte de Nada’ con el que recibía a las estrellas de la raqueta, a los socios de la entidad, o asistía a los grandes equipos españoles de Copa Davis y a todo aquel que se le acercaba. Y Toni siempre se las ingeniaba para que no faltara de nada, haciendo de su vocación de servicio una misión ganadora hasta en la complicada tarea de mitigar las derrotas. Cuando su corazón necesitó la precisión de las manos del doctor Chistian Barnard, y gracias al esfuerzo de la entidad pudo viajar a reparar su bomba de optimismo, Toni unió su sangre a la del club en el que logró trabajar en lo que amaba, vivir donde quería, hacer lo que deseaba, sentirse en su casa.

Esa vitalidad amable y jovial de Toni se significaba especialmente fuera de las pistas de tenis. En el Centre Moral e Instructiu de Gracia, la entidad en la que fue referencia en su vida junto al RCT Barcelona, dejó muchas de sus horas de juventud. Allí educó a sus hijos en la vida social y disfrutó de amistades sólidas, forjadas en largas conversaciones estivales a la luz de noches estrelladas contemplando el peñasco Picancel del Berguedà. Allí su espontaneidad le llevaba a convertirse en Arcángel San Gabriel desafiando a Lucifer en Els Pastorets navideños; a inundar de caramelos la esquina de Gran de Gracia con Ros de Olano el día de San Medir; a convertir un campo de alfalfa en una pista de tenis; a obtener miles de pesetas para causas solidarias con un concurso de huevos fritos; o a convertirse en elemento dinamizador de excursiones de padres e hijos repletas de risas.

El pasado mes de diciembre, el tenis español le rindió homenaje durante la final de la Copa Davis dándole la medalla de oro de la entidad. Y allí estaba la sonrisa de Toni rodeado, como siempre, de grandes campeones y de la gente de su club. Ese club y esa pista central que siempre fue su referencia y a la que veía tan grande que llamaba Stadium. Ese Stadium que, sin duda, construirá a base de complicidades en algún lugar de la eternidad.

Pedro Hernández