Rafa Nadal se ha adjudicado el que es su sexto Barcelona Open BancSabadell consecutivo derrotando a David Ferrer, el mismo rival que tuvo en sus dos últimos títulos en Barcelona. En un partido algo desangelado, en el que los errores han prevalecido a los aciertos, el contundente 6-2 6-4 refleja, sobre todo, la superioridad mental del número uno mundial. Si el sábado Ferrer dio una lección de concentración y fuerza psicológica para eliminar a Almagro, hoy ha ofrecido su peor versión, con multitud de errores no forzados. Que alguien que destaca por su combatividad y entereza mental se desmorone
El manacorí es puro gen competitivo. Y administra como nadie sus armas, que pueden resumirse en tres especialmente determinantes: un juego de piernas privilegiado, una derecha demoledora y una inteligencia suprema para anticipar los tiros del rival. En la batalla táctica Rafa se beneficiaba, además, de ser zurdo. Cuando apretaba el revés de Ferrer, este no podía soltar su golpe natural, el cruzado, porque en cuanto lo hacía se encontraba con la derecha de Rafa, que cerraba el punto con el paralelo. ´Durante el primer set me he sentido muy bien, cambiando direcciones con la derecha y dominando con el paralelo´. Efectivamente, Ferrer moría por el revés tirando excesivamente blando o cometiendo errores al tener que arriesgar más de la cuenta. En ese laberinto de malas sensaciones, también su derecha ha acabado por fundirse.
El arranque del segundo set ha hecho temer por un desenlace fulgurante: Rafa ha hecho el break a la primera y con el 2 a 0 ha tenido un punto de break para alcanzar incluso el 3 a 0 y saque a favor. Entonces se han combinado dos factores psicológicos, la ligera relajación de Rafa y la reacción de orgullo de Ferrer, para llevar el marcador hasta el 4 a 2 favorable al alicantino. Por primera vez Ferrer se anotaba winners y mandaba desde el fondo, pero al verse ante la ocasión de llegar con su saque al 5 a 2 y encarrilar el segundo set, se ha desmoronado con tres errores que delataban su principal problema: no acababa de creerse que podía ganar.
Nadal se ha mostrado muy orgulloso por el torneo y ha confesado que ´he jugado bastante mejor que en Montecarlo y especialmente hoy, en el primer set, cuando he visto que la derecha iba muy larga y funcionaba en cuanto decidía buscar los tiros ganadores´. Y respecto a estos seis títulos en el torneo: ´Estoy muy muy feliz por estos 6 títulos, cada uno es especial en su momento. Este es un torneo muy especial para mí porque lo viví siempre desde pequeño y es el que tiene una mayor tradición histórica, con grandes campeones, así que haberlo ganado seis veces es como un sueño hecho realidad´.
